martes, 17 de febrero de 2009

¿Karma? ¿Qué es eso?...


Nunca le quise hacer caso a eso del karma. Yo decía: ¿Karma?, ¿Qué es eso? Pero ahora creo en ello más de lo que nunca podría haberme imaginado. Por alguna extraña razón el karma debe de estar devolviéndome todas esas tonterías que hice, esos errores que cometí y no pagué como tocaba en el pasado y todas esas cosas que debía decir y callé.


Algún día tenía que llegar ese karma, ese despiadado ser que –de un día para otro- te quita todo lo bueno por lo que puedes dar las gracias y hace que el día más estupendo se convierta en un día para olvidar. Intento hacer memoria para recordar todo aquello que hice mal, pero no sé si llega a estar en la jurisdicción del karma o no. Aún así, me está haciendo pagar por ello de mala manera.


Según algunas personas, todo son rachas pero según otras todo pasa por alguna razón. Yo no llego a posicionarme, nunca lo hago hasta estar del todo segura que elijo la opción correcta. Quizás ese es el error. Esperar hasta que ya está todo decidido y, de esa manera, siempre se llega tarde. Quizás por eso no entiendes mi silencio, quizás por eso nunca te diré lo que pienso, o quizás sí. Si algún día llegué a cambiar fue por su culpa, no por culpa del karma, si no por culpa de alguien que me enseñó que entre las sombras no se vive mejor. Ese alguien que hizo que cambiara hasta puntos insospechados no ha llegado a cambiar esa parte de mi que tanto odio y por la que, aún ahora, estoy pagando algunos platos que yo misma rompí, a mi voluntad.


Por todo eso debería de darle las gracias pero, por desgracia, soy de naturaleza cabezota y a la primera vez que tropiezo no me vale, tengo que caer más para darme cuenta de que ese no es el camino correcto. Ya caí unas 100 y es ahora cuando me doy cuenta de que diciendo “gracias” me quedo corta. ¿Cómo puedes agradecerle a alguien que, a pesar de tener (yo) un carácter condenadamente difícil, siga ahí después de algún tiempo?


Pues ahí sigue él, el que cambió todo lo que hasta entonces odiaba. Pero le faltó un pequeño detalle. Quedaba algo en esa “caja de Pandora” que abrió y que, a pesar del tiempo que ha pasado, todavía sigue agazapado ahí. Se podría llamar ¿miedo?, ¿duda?, no sé, no sería capaz de ponerle nombre, quien sabe si llega a encariñarse y se queda para toda la vida en esa gran caja, aprovechándose de que quien me enseñó todo eso ya no quiere enseñarme nada...


Alguna vez tocará decidir antes de que todo el pescado esté vendido.


FDO: Una Cenicienta que no se resigna.


**_AlwaysCinderella_**

4 sueños por cumplir:

Unknown dijo...

Acepta con serenidad las cosas que no pueden ser cambiadas, llénate de coraje para poder cambiar todas las cosas que deberían ser cambiadas, y finalmente, utiliza la sabiduría para distinguir los límites del uno y del otro.
Quizás podrías preguntarte...¿tomo la parte de Sabiduría en serio y practico la sabiduría de manera correcta? o, ¿qué es lo que altera todos los puntos de algo que no puedo cambiar? Pero sin duda, la pregunta que verdaderamente debes realizarte es ¿Merece todo esto las angustias y aún los pensamientos infelices que plantarán las semillas de mi futuro?
El Karma al fin y al cabo, y desde mi punto de vista más subjetivo, es algo orientativo cuando se trata un tema tan delicado como este...

un besete!! me alegra pasarme por aqui de vez en cuando y ver que todo va sobre ruedas y que cada vez tienes mas lectores.

PD: estuve con Chaouen y hasta me nombra en su blog :D ... ya es amiguete

Anónimo dijo...

Muy bonito. Creo que lo he entendido y creo que ya te va tocando mover ficha y dejar a parte esas tonterias que son los miedos. Un beso.

**_AlwaysCinderella_** dijo...

Me gustaría que "anónimo" se identificara para saber si puedo seguir su consejo o no (por lo de fiarme de desconocidos y eso) ;)

Es una buena sugerencia...lo iré meditando...igualmente, gracias!


Xiviri!! Eres un genio!! En breve me paso por tu blog.Otro besin para ti!!

Pablo dijo...

No eres la única. La vida ha sido para mí un constante tropezar en amargas rocas que me han hecho caer y fallar. Para ganar hay que caerse mil veces y seguir perseverando, sin importar lo que piense el resto.

No matter what you've been through,remember, there is always dawn after the dark.

Hang in.

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